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Control de la plaga de la oruga procesionaria en Moralzarzal

Desde el año 2017, se está realizando una campaña de vigilancia y control de la plaga de la oruga procesionaria en la Ladera de Matarrubia y parques públicos del casco urbano de Moralzarzal

Una de las actuaciones que se realizan desde ese año es la instalación de trampas con feromonas en diferentes puntos. Su objetivo es conocer los puntos de mayor incidencia, además de tratar de disminuir el número de orugas. En la tabla siguiente se pueden ver los datos de atrapamientos que se han obtenido a lo largo de estos años:

AÑO

PUNTOS DE CONTROL ATRAPAMIENTOS

2017

22

1096

2018

28

1566

2019

28

1102

2020

28

1083

2021 28

905

 

Teniendo en cuenta que, por cada mariposa, nacen unas 200 orugas, con los atrapamientos se están produciendo unas 200.000 orugas menos. Pero este dato es muy relativo y supone un porcentaje muy pequeño sobre el total. Las orugas de la procesionaria forman parte del hábitat de los pinares y hay que convivir con ellas.

Sin embargo, sí se pueden realizar medidas de control y disminución para evitar que la plaga afecte gravemente al pinar. Algunas de las que se han realizado en la Ladera de Matarrubia son las siguientes:

  • Disminución de la densidad del pinar, mediante la eliminación selectiva de ejemplares.
  • Instalación de más de 300 cajas nido para especies de avifauna y murciélagos que se alimentan de las orugas.
  • Repoblación del bosque con otras especies autóctonas de la zona, para generar un bosque mixto más resistente.
  • Instalación de carteles informativos en todos los accesos al Monte.
  • Tratamientos biológicos en pistas forestales. Este año, debido a las inversiones que ha habido que realizar desde el gobierno de la Comunidad de Madrid por la tormenta Filomena, no se ha podido realizar el tratamiento biológico de pistas y caminos.
  • Eliminación mecánica en 2021

 

En la ladera de Matarrubia, en este año 2021 y aunque los datos de atrapamiento han sido los menores desde 2017, se está observando un incremento en el número de nidos de oruga muy importante. Una de las señales es el elevado número de nidos que se están observando y la defoliación severa que se está produciendo en algunas zonas del pinar. Respecto al pinar, los estudios indican que, a pesar de las defoliaciones tan espectaculares que se observan, el pino suele recuperarse durante la primavera y así ha venido ocurriendo en los años anteriores.

A pesar de los esfuerzos que se están realizando en los últimos 5 años, la plaga tiene un comportamiento cíclico y parece que es necesario tomar nuevas medidas, las cuales se están estudiando con la Sección de Defensa Fitosanitaria de la Comunidad de Madrid. Las causas por las que esta plaga es tan invasiva en la ladera de Matarrubia, pueden deberse a:

  • La orientación de solana de parte de la ladera es favorable para su crecimiento.
  • El tipo de pino y su elevada densidad favorecen su desarrollo.
  • Los inviernos más templados y soleados permiten que no se vean afectado su desarrollo invernal. Aunque sobre este punto hay que indicar que en el invierno de 2021 se registraron temperaturas de -10ºC durante el mes de enero y no afectaron apenas al desarrollo de la oruga.

 

Está previsto que, a partir del mes de febrero de 2022, en función de la climatología, comiencen a bajar las orugas de las bolsas. Dándose el periodo de mayor actividad a lo largo del mes de marzo y abril. Por ello, en esas fechas se deberán tener en cuenta las siguientes recomendaciones:

  • No llevar mascotas durante este periodo a la Ladera de Matarrubia.
  • Extremar las precauciones con niños o personas alérgicas.
  • No pisarlas.
  • En días de viento, mejor no subir a la Ladera de Matarrubia.
  • No tocar los nidos que se hayan podido desprender de las ramas.

 

Respecto a los parques públicos de Moralzarzal o viarios donde existen pinos, este año 2021 se ha realizado un tratamiento biológico en todos los parques, por lo que esperamos que la afección en las zonas verdes urbanas sea muy reducida.

Finalmente, se recomienda a los propietarios de viviendas privadas con presencia de pinos que vigilen y retiren los nidos que se puedan generar, para evitar molestias.


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